Una de las razas que ha tenido la posibilidad de convertirse en símbolo y emblema, es la que conocemos como el caballo andaluz, también llamado Pura Raza Española, la cual representa parte de la cultura española, llegando a conocerse en casi todo el mundo de la equitación. Este ejemplar ha logrado tener protagonismo tanto en el ejército como en actividades deportivas.
Origen del Caballo Andaluz
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Como su nombre lo indica, estos caballos son originarios de la zona de Andalucía. Su origen data de la Edad Media, así como del Califato de Córdoba, época en la que las yeguadas de las clases altas de la época se convirtieron en el detonante necesario para el desarrollo de esta.
Posteriormente entre los siglos XIII y XIX, la importancia de esta raza se incrementó, llegando incluso a prohibirse el cruce entre los caballos del sur de la Península Ibérica con el resto, esto con la finalidad de conservar la calidad y pureza de la raza. Con el inicio de la Guerra de Independencia, el desarrollo y multiplicación del caballo andaluz resultó interrumpida, logrando que la población de disminuyera. Sin embargo con el fin del conflicto la reproducción del mismo fue retomada.
No fue sino, a finales del siglo XIX, cuando esta raza se convirtió en insignia a nivel militar, lo cual favoreció el reforzamiento de la misma. Para el año 1972, fue cuando se dio el paso definitivo que terminó de consolidar esta raza. Este paso consistió en la creación Asociación Nacional de Criadores de Caballos Españoles (ANCEE) en Sevilla. Una vez creada la asociación, comenzó la promoción del caballo andaluz a través de las ferias. Esto supuso en los últimos años la llegada de este ejemplar a utilizarse en el ámbito deportivo.
Crianza
Por tratarse de un caballo de origen español, es de suponer que su principal sitio de cría es España. Sin embargo, por tratarse de una raza difundida y admirada a nivel mundial, pueden encontrarse tanto yeguadas como cuadras que resultan de gran importancia en distintos lugares en el mundo.
Para su reproducción, la forma de obtener crías consiste en dejar en una libertad a medias a las yeguas, ya que se les deja vivir en manadas. Una vez que nace el potro, generalmente, este es vendido al poco tiempo. Pero, hay otros que incluso permanecen en la manada alrededor de tres o cuatros años y posteriormente son separados con la finalidad de ser domesticados.
Comportamiento del Caballo Andaluz
En lo que se refiere al comportamiento y carácter de estos ejemplares, hay que destacar que, se trata de caballos con un buen temperamento y de carácter dócil, lo cual facilita su tratamiento, razón por la cual, son muy raras las veces en las que puede experimentar un comportamiento súbito o airado. Además destaca por ser, un caballo activo e inteligente ya que posee una excepcional capacidad para responder a las enseñanzas que se le dan.
Otro de los detalles más llamativos, son las muchas cualidades que posee esta raza, dentro de las que destacan, su capacidad para soportar de forma adecuada las altas temperaturas, así como para superar diversas dolencias que lo pueden aquejar.
Utilidad
Aunque en el pasado fue de gran uso en las guerras, como parte de la caballería, en la actualidad su utilidad se ha expandido. Al tratarse de un caballo de fácil de montar, uno de sus principales usos es el de caballo de paseo.
Además suele ser utilizado en diversas disciplinas deportivas, dentro de las que destacan, la doma clásica, doma vaquera y en el rejoneo. En cuanto a la doma clásica, generalmente este es utilizado por su buena cabeza, excelente trote, buena reunión, piaffé así como supassage casi perfecto.