Los Outer Banks de Carolina del Norte albergan a unos cuatrocientos caballos salvajes que deambulan libremente en algunas partes de esta popular zona turística. El caballo de los Outer Banks es una raza resistente que ha sobrevivido a huracanes, calor abrasador, insectos sedientos de sangre y tormentas de invierno mientras vivía en pastos marinos y cavaba en la arena en busca de agua dulce. Son descendientes de caballos traídos a las islas hace siglos por los exploradores españoles.
A pesar de haber sido criado en su mayoría salvaje, su personalidad dócil ha permitido que algunos criadores los adopten en sus mandas, dándoles gran utilidad.
Origen del Caballo de Outer Banks
Tabla de Contenidos
En una de las exploraciones hechas en la costa de Carolina, los conquistadores trajeron cerca de 90 caballos y debido al desarrollo de una extraña fiebre que diezmó en parte a de los hombres que constituían la expedición, estos huyeron de la zona dejando abandonados a sus caballos, los cuales se adaptaron y sobrevivieron. Posteriormente otros exploradores del mismo origen, también salieron huyendo de la zona y abandonaron a sus caballos, esto debido a las duras condiciones, la enfermedad y las malas relaciones con los nativos.
Lo más impresionante fue que, los caballos no solo sobrevivieron, sino que además se multiplicaron sobre todo en la cadena de islas de barrera. Estos ejemplare, luego de tantos cruces, dieron lugar a lo que hoy conocemos con el nombre de caballo de los Outer Banks. Esta se ha considerado como una raza de caballo doméstico feral, debido a que fácilmente se puede domesticar, y se relaciona con personas sin problemas. Debe su nombre a la isla donde habitan.
Crianza
En lo que respecta estos caballos, en el pasado esta raza vivía de forma libre, alimentando de pastos, andando a la orilla del mar y cavando hoyos, esto último con la finalidad de alcanzar aguas subterráneas frescas.
Sin embargo, a mediados de la década de los años 80, el desarrollo humano que impero en la zona, limitó el hábitat de los caballos salvajes de la Corolla, dificultando su estilo de vida libre, lo cual provocó que fuera necesaria la creación un fondo para la protección de esta raza, para asegurar su permanencia. Mantenerlos a salvo se volvió un ideal, lo que conllevó posteriormente a que se trasladara la manada a un área en la misma isla de aproximadamente 1800 acres de tierra.
Comportamiento del Caballo de los Outer Banks
Los caballos de los Outer Banks, generalmente se caracterizan por presentar un temperamento uniforme y suave, siendo dóciles y fáciles de relacionarse. Además, en lo que respecta a su físico, estamos en presencia de una raza de tamaño pequeño, pero que aun así entra dentro de la categoría caballo. En cuanto a su paso, posee una zancada muy larga, lo cual genera en estos una forma de andar que resulta muy distinta al trote habitual del que disponen la mayoría de las especies de esta familia.
Utilidad
Para la década de los años 50, los caballos de la raza Outer Banks en su mayoría fueron utilizados en actividades relacionadas con el transporte de personas y suministros, así como en el lanzamiento de las redes de pesca, y el arado de huertos familiares.
En la actualidad, debido a que se caracterizan por ser atléticos son utilizados en el desarrollo de una gran variedad de actividades deportivas dentro de las que se incluyen diversas disciplinas de la equitación, dentro de las que podemos mencionar, el trabajo en ranchos, las competiciones de resistencia, así como la conducción de placer.