Las épocas de reproducción de las yeguas son reguladas por un fotoperiodo, el clima o temperatura y la nutrición. Ergo, su ciclo sexual se adapta más a la primavera y el verano que al otoño, aunque algunas son reproductivamente activas durante el invierno y las condiciones en las que habite, debido a las técnicas de cuidados, estimulación e inseminación artificial existentes, que aprovechan todo instante de celo para que la yegua, engendre.
Épocas de reproducción de las yeguas o ciclo estral
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La mayoría de las yeguas son poliestrica estacional, siendo la primavera el momento en que sus actividades ováricas son gradualmente estimuladas con mayor constancia, aunque en la transición del anestro a la de cría, su desarrollo folicular se hace algo irregular; los folículos se desarrollan y regresan por un tiempo que va de semanas a meses hasta que el desarrollo folicular culmina en una primera ovulación de estación que se transforma en ciclos ovulatorios regulares.
Esto se sucede en toda la vida fértil de la equina. Se le conoce como ciclo estral, que son las épocas de reproducción de las yeguas en secuencia repetitiva de eventos que le preparan para su concepción.
Fases del ciclo estral
Se dividen en dos, como bien pudimos corroborar en esta url:
Estro o fase folicular: Fase en la que la yegua es sexualmente receptiva al padrillo y su tracto genital se prepara para aceptar y transportar espermatozoides, además de ocurrirse la ovulación que se sucede de 24 a 48 horas antes de finalizar la receptividad sexual.
Su folículo dominante va desarrollándose y secretando estrógenos que inducen la receptividad sexual.
Diestro o fase luteal: Épocas de reproducción de las yeguas en la que ellas no se hacen receptivas al padrillo y su tracto genital se prepara para aceptar y nutrir la concepción. La manera es natural, ya que la yegua desarrolla un cuerpo lúteo que secreta progesterona, misma que le insta a repeler los avances sexuales del padrillo. Al sucederse la regresión del cuerpo lúteo (luteolisis) en un lapso de 15 días aproximadamente después de la ovulación o principio del estro, finaliza la fase luteal.
Fechas idóneas
Queda claro entonces que las épocas de reproducción de las yeguas son de marzo a septiembre en países con las cuatro estaciones, con posibilidades de reproducción en el período invernal, sea en los primeros 15 días o en las dos semanas finales. En países con sólo dos estaciones varía su tiempo, regularmente de mayo a octubre o de noviembre a abril.
Influencia efectiva para crear mayor continuidad en las épocas de reproducción de las yeguas
Sin ánimo de alterar sus ciclos naturales y mucho menos el hacerles algún daño, los veterinarios, propietarios de stud e inversionistas procuran influir en el ciclo de ovulación de la yegua y así mejorar las tasas reproductivas de las mismas, incluso al mismo tiempo.
No es este un método invasivo, (aunque existen algunos como la inseminación artificial y progesterona que lo asemejan, sin serlo) sino más bien es una copia a los elementos naturales que las estimulan. Ese es:
La Luz artificial:
“Extender el día” con el uso de luces artificiales electrónicas, diseñadas para dar sensación de un día aún no terminado, cuando ya son las horas de la tarde. Así cumplirán 16 horas de iluminación, suficientes para estimular su reloj biológico para la actividad de días largos o de tiempo estival, similar al que se ocurre en primavera y verano. Si esto se hace dos meses antes de las épocas de reproducción de las yeguas regulares, las mismas comenzarán su ciclo al principio de la temporada reproductiva.
La repetición de este método ayuda al nacimiento de un 30 a 50% más potrillos en el período fértil de la equina, lo que es una ganancia para su propietario y no resulta pernicioso para ella.
Son las yeguas a partir del año y medio las que comienzan a ser acostumbradas a éste método, especialmente las que son de competición. Pocos propietarios de caballos y yeguas de uso particular procuran alterar las épocas de reproducción de las yeguas ya sea por desconocimiento o por control de su economía, como se ocurre de común en las zonas rurales y agrícolas de cada país.